Hoy sale a la venta en medio mundo el Iphone 3G de Apple, primera versión de este teléfono que aterriza en Europa, donde la telefonía móvil va por delante de los todopoderosos EE.UU. y donde la anterior versión sin 3G no tenía mucho sentido.
Pero no quiero hablar del terminal, ni si es mejor o peor que otros modelos y marcas del mercado, no. Lo interesante de este producto es la campaña de marketing impecable de Apple, que vuelve a demostrar que no hay quien les gane en este terreno: lo bordan.
Han sabido crear una expectación entre los consumidores que provoca colas a las puertas de los establecimientos para ser los primeros en tener este terminal como si de agua bendita se tratara. Desde luego es una jugada maestra de Apple, las arcas de la empresa deben aumentar considerablemente con acciones como ésta.
Pero, ¿es todo tan de color de rosa? Pues no. Hay un lado oscuro: me comenta un compañero de trabajo que muchos usuarios en EE.UU se volvían a Blackberry después de desilusionarse con el IPhone. Lógico. Blackberry tiene un producto con un software muy atrasado en comparación con el IPhone, pero si lo que quieres es llamar, que te llamen y enviar/recibir correo, Blackberry es tu móvil. Esto viene a que, a veces, los consumidores nos dejamos embaucar por el marketing, nos hacen creer que realmente necesitamos un IPhone el día de su lanzamiento… Y si lo conseguimos seguramente ese día seamos los más felices sobre el planeta. Sin embargo, pasada la euforia nos damos cuenta que la mitad de la mitad de las opciones que tiene el terminal o no sabemos utilizarlas o no nos valen para nada.
Hace unos meses alguien que había estado en Nueva York trajo un IPhone. Corrillo alrededor del teléfono y mil preguntas, entre ellas la siguiente: «¿Has entrado en Internet? ¿cómo se ven las páginas?». La contestación: «No, aun no he configurado la conexión.» A día de hoy estoy seguro que aquella conexión sigue sin estar activa, o si perdió el tiempo en hacerlo entraría como mucho un par de veces en internet y pasada la novedad mejor conectarse desde el PC de toda la vida. Y es que dicen que internet en el móvil ya es una realidad y es cierto, pero sigue siendo algo para un porcentaje muy bajo de los usuarios. Usuarios que, o bien son fanáticos de las nuevas tecnologías o son usuarios «avanzados» que necesitan realizar ciertas tareas con un equipo lo más reducido posible y este tipo de terminales les resuelve la vida.
El acceso a Internet a través del móvil crece día a día, pero aún es un porcentaje casi despreciable del total de páginas vista de cualquier web.
Resumiendo, creo que el móvil e internet cada vez van a estar más unidos pero no está tan avanzado como nos dicen, sigue siendo poco práctico. Que la campaña de marketing de Apple es de libro: terminamos pagando tropecientos euros en un mercado donde ésto no es lo normal, muy pocos pagamos lo que vale realmente un teléfono móvil. Y por último, que muchos se desilusionarán con uno de los terminales más avanzados del mercado (o eso nos dicen). Se verá.
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Que mania con las conexiones de internet. El iPhone lleva wi-fi (al igual que el iPod Touch) y se puede conectar a internet tranquilamente sin gastar un €.
El problema de la desilusión, lo tendrá aquel que se compré el producto sin saber que compra, solo por la moda. El que sabe porqué se lo compra no creo que le afecte
yo quiero uno mandenmen uno